miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Y mi privacidad qué?


-¿Tu libro favorito es Ángeles y Demonios de Dan Brown verdad?-Me dijo Pablo, un completo desconocido de mi facultad que quería sacarme plática y eso era más que incomodo -¿Cómo lo sabes?- pregunté –lo decía tu información de perfil- terminó.

La Real Academia Española de la Lengua define privacidad como “el ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión”. La privacidad es todo lo que tenemos derecho a reservar para nosotros mismos o, visto desde un punto de vista, todo lo que tenemos derecho a que los demás no sepan de nosotros.

La privacidad va tomando relevancia ya que está vinculado con el desarrollo de la era digital en la que ya estamos inmiscuidos. Por más sencillo que parezca, uno de los mayores problemas de privacidad, tiene que ver con el poco valor que le damos a nuestros datos personales. Confiamos en la simplicidad y en el cuidado que le darán las redes sociales a cambio de un status personal para no sentirse apartado de la sociedad.

Guardarnos unos pocos datos personales sobre nosotros no nos convierte en malas personas que esconden algo de su vida. Hay que recordar el rumor que escuchábamos acerca de la gran base de datos que tiene Facebook y como “vendían” esa información a secuestradores o empresas grandes (para que se enteraran sobre nuestros gustos de compras). 

El internet es una herramienta de comunicación libre, en manos de una población que no quiere o no puedo guardarse algunas cosas para sí mismas.

Pongámoslo en este plano; existen leyes para protegernos y que ninguna autoridad entre a tu casa en medio de la noche, no obstante uno cierra con llave su casa y checa que las ventanas estén cerradas.
Mi gran duda es, estando en internet, todos los datos que produzco ¿A dónde van?¿ Cuál es la empresa responsable, en qué manos estoy dejando mi información como usuario, porque me excluyen en la decisión del… que haré con los datos que produzco?

Y como conclusión…

La defensa de la privacidad no es un problema tecnológico, sino un problema legal. No es  que la tecnología haga posible que las empresas se enteren de nuestros gustos, sino que la ley no regula adecuadamente los usos de los datos que son nuestros. Por eso si existe alguna conclusión sobre todo este asunto es precisamente que necesitamos leyes, más y mejores, que nos ayuden a prevenir los abusos que en nombre de nuestra seguridad y de la guerra contra el terror se quedan con nuestra privacidad.

Necesitamos movilizarnos para aportar algo a nuestra pobre política de seguridad actual, o díganme, a quien de ustedes les gusta que los vigilen constantemente.

¿Las propuestas? Garantizar nuestros derechos básicos, de forma que la sociedad digital no se convierta en el sumidero de todos los derechos civiles que nuestros ancestros lucharon por conseguir.





1 comentario:

  1. Definitivamente es una cuestión que causa miedo, pensar en quién puede acceder a información personal, y esque aunque pongamos filtros o pensemos que nuestra información está segura, siempre habrá alguna forma de que alguien la conozca, por ejemplo un hacker o alguien así.

    Con todo y esto hay quienes parecen no tomar conciencia del alcance que tiene el internet sobre nuestras vidas cotidianas y sin empacho alguno publican cada mínimo e íntimo detalle de sí mismos.

    Saludos Luna!!

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